Experiencias Holotrópicas


CARMEN (60 Años) - SEVILLA - ESPAÑA

UNA EXPERIENCIA LUMINOSA Y BENDITA TRANSPERSONAL

 "Mi 2ª RESPIRACIÓN, dentro de un TALLER DE FIN DE SEMANA".

      Esta vez estaba tranquila y confiada, dispuesta a dejarme llevar. Mi sanador apareció como una luz violeta que se abría una y otra vez en la oscuridad. Me sentí feliz de reencontrar esta vieja imagen. Pedí ayuda a Jesús y a María en este viaje.
     Mi luz me guiaba y me permitía fluir sin interferencias de la mente. Me dejé llevar por la música y mi cuerpo se expresaba libremente. Durante un tiempo vibré, me expandí, me estiré, bailé....hice todo lo que quería y necesitaba, enfocada en mi luz. Si aparecía alguna resistencia, una voz interior me decía: "No pierdas tu Luz", eso me animaba a soltarla y a seguir adelante.
    Al cabo de un tiempo tuve ganas de descansar y me lo permití. Me encontraba muy a gusto y en paz... Entonces recordé las palabras de Ahmad Isa del dia anterior:  "Tienes 60 años. Es tu última oportunidad (de nivel), tu último tren... Si lo pierdes, no habrá más...!!  Horror!!! Tengo que seguir... no puedo dormirme...
  Empecé a agobiarme. Había tomado la decisión de entregarme en esta respiración. Pero no estaría luchando de nuevo?. Otra vez queriendo hacerlo bien, seguir los consejos... Otra vez buscando "no se qué", despertar?, iluminarme?; me di cuenta que llevaba casi 30 años buscando!!!!: terapias, maestros, técnicas, religiones.... Y ya he cumplido 60!!!!. Y si hasta ahora no encontré lo que buscaba, quién me asegura...?
   No quiero seguir viviendo así...!!! Estoy cansada, Dios mío!!! Lo he hecho lo mejor que he podido!!!. Me he caído muchas veces, y una y otra vez me he vuelto a levantar. 
   Con los condicionantes de mi nacimiento y mis primeros años de vida, no me lo pusieron nada fácil. A pesar de lo aprendido y de las terapias que he hecho para sanar todo esto sigo repitiendo patrones de sufrimiento y dificultad. No puedo seguir así!!! La muerte siempre me ha dado miedo, Dios mío!!!. Tú lo sabes!!!. Pero ya no puedo más... Seguir así no tiene sentido. Quizás me empeño en lo que no puede ser y es mejor aceptar que no puedo hacer nada más.
   "Dios mío no puedo más!!! Grito varias veces, cada vez más fuerte. "Dios mío ya no puedo más...!!  (Ahmad Isa, allí llega y me asiste y me acompaña )
   Haz conmigo lo que quieras. Me entrego a tu Misericordia. Tómame Dios mío, dispón de mi. Si hay algo que yo pueda hacer todavía para servirte, házmelo saber. Y sáname Dios mío. Dáme la Luz y la Fuerza. Te entrego el miedo, quítame el miedo para que yo pueda ponerme a Tu Servicio, al servicio del Amor.
   Dios mío perdóname porque yo no puedo perdonarme...¡  Dios mío ámame porque yo no puedo amarme...¡
      En algún momento sentí  que algo entraba en mi pecho,  como si hubiera recuperado mi alma...
Mientras tanto mi cuerpo se iba aflojando, rindiendo, postrándose poco a poco hasta que mi cabeza
y mis manos tocaron el suelo con un sentimiento de entrega y humildad.
     Me sentía reconfortada y envuelta por oleadas de amor y paz.  Creo que me recosté y me quedé un tiempo disfrutando de esta sensación.
   Después vi a Jesús, que desde arriba me echaba una "cuerda", una soga blanca. La cuerda llegó hasta mis manos. Me agarré a ella e intenté incorporarme pero no era fácil desde la posición en que me encontraba. Lo intenté varias veces sin éxito y volví a tumbarme con idea de "rendirme". Al poco tiempo, mi cuerpo se deslizó hacia atrás en la colchoneta y retiré el cojín que tenía bajo la cabeza. Entonces pude tomar  mejor impulso y conseguí sentarme. De ahí pasé a estar en cuclillas. 
      Luego mi tronco se enderezó y con sentimiento de elevación  y adoración mi mirada se dirigió hacia la Luz y mis manos se cruzaron sobre mi pecho:  "Yo soy la esclava del Señor, Hágase en mi según tu Palabra" - repetía una y otra vez las palabras de María.... Aunque me encontraba aturdida y sorprendida no podía dejar de decirlas.
   No sé cuanto tiempo permanecí así. Después volví a dejarme caer en la colchoneta con los brazos abiertos. Rendida, entregada, con una maravillosa sensación de paz y bienestar. Pedí sentir a Dios, su Presencia, su Amor. Apareció Mawlana (Sheik Nazim, Maestro Sufi) que  me miraba sonriendo y me dijo que sería más fácil si le pedía ayuda. Así lo hice y sentí que mi corazón se expandía y se llenaba de Amor y Ternura.
    Escuchaba la música, los pájaros.... ya no necesitaba nada más...
   En algún momento se cruzó mi mente.... y empecé a sentir cierto temor:  ¿Qué había pasado?. ¿Qué había hecho?. Me había comprometido con Dios, me había entregado a Él, me había puesto a Su Servicio!!! ¿qué supondría esto?; ¿sabría estar a la altura?; ¿tendría el suficiente valor?; ¿podría ir más allá de mis limitaciones, de mis miedos...?; ¿me confundiría de nuevo con la idea de  servicio...?. Me surgía una y otra vez la pregunta "Dios mío, ¿Qué quieres de mi?".
    En esto, abrí los ojos y vi a mi derecha, a través de la ventana, las ramas y las hojas de un olivo meciéndose al viento en la luz del atardecer...: LA VIDA.   
   Quizás Él sólo quiere que viva y que sea feliz. Quizás sólo baste con CONFIAR  y ponerse en SUS MANOS.
    Volví a quedarme en PAZ.  Sentí que me presionaban con un dedo en la parte izquierda del cuello. Pensé que era Ahmad Isa pero miré y no había nadie!!!   Bueno... Seguí disfrutando sin ninguna prisa de que esto acabara.  Entonces, sí, se acercó Ahmad Isa: 
- ¿Cómo te encuentras?
-  En la Gloria...!!
-  Puedes quedarte un poco más, sigue disfrutando de La Luz y de ese estado; y luego te vas a hacer el dibujo.

GRACIAS!!


Una experiencia de cambio de vida integral. 
Relato de los cambios producidos luego de hacer una sesión de Respiración Holotrópica y de un Retiro Psicoespiritual. 
Habiba Salomé Etchezar (Comodoro Rivadavia). 30 años
Mi primer respiración fue un 20 de Enero de 2013. No sabía lo que era, y sinceramente no tenía muchas ganas de ir. Estaba de vacaciones en El Bolsón con un grupo de amigos, y uno de ellos me pidió que lo acompañe, porque una conocida suya había hecho el taller y se lo había recomendado. El taller se hacía el domingo, y nosotros pensábamos volvernos ese día, así que una vez que confirmamos la asistencia, pateamos el regreso a casa hasta el lunes.
El domingo a la mañana fuimos, sin saber muy bien con qué nos íbamos a encontrar. Mi amigo respiró primero. Cuando me tocó a mí, ya me podía imaginar un poco de qué se trataba, porque mientras hacía de sitter pude ver las experiencias de los respiradores. Por supuesto, mi experiencia no tuvo nada que ver con lo que me había imaginado que podía llegar a ser. Básicamente, no sentí nada del otro mundo, no “vi” nada, no me moví demasiado tampoco… Estuve ahí, acostada con los ojos vendados, de a ratos metida hacia adentro, de a ratos atenta a lo que le pasaba al resto… Cuando se terminó el tiempo pensé “no me pasó nada, lo debo haber hecho mal”.
Terminó el taller, volvimos a la cabaña donde parábamos. Ese día no tuve ganas de fumar. Al otro día tampoco tuve, ni al otro, ni nunca más. Pasé de fumar un atado y medio por día, a fumar nada. Entonces dije “Bueno, acá hay algo, yo no me di cuenta pero algo definitivamente pasó”. Fumaba desde hacía 12 años, y de repente en una tarde, dejé de fumar sin ningún esfuerzo. No era casualidad ni magia.
Después me enseñaron que para avanzar un escalón a nivel espiritual, primero hay que limpiar el cuerpo. Y me habían regalado esa posibilidad.
Al mes siguiente fui al Retiro. Me costó ir, al principio quise, y a medida que se acercaba la fecha empezaron a aparecer excusas, laborales, económicas… Fueron 5 días de trabajo interior intenso, que sacó afuera muchas cosas, y me dejó en claro que ya no quería más seguir por el lado que venía. Me ayudó a blanquear mi situación conmigo. A hacerme cargo de qué cosas ya no quería para mi vida, y qué cosas sí quería. O aproximarme a eso, que ya es bastante.
Desde ese momento a hoy pasaron dos años. Dos años cargados de cambios. Cambié mi estilo de vida, encontré el Camino por el que quiero transitar, me casé con un hombre maravilloso y tengo una hija sana y alegre. Se me dio vuelta la vida como una tortilla. Entré al taller intoxicada y vacía. Hoy estoy inmensamente feliz. Inmensamente agradecida.

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Sesiones de Fin de Semana, en Cuernavaca, México. Noviembre de 2014.
A.Rashid, 35 años. Primeras experiencias en Estados No Ordinarios de Conciencia

Primer dia.

Al tomar mi lugar, el más cómodo, sólo esperando el momento del viaje,una voz que viene de nuestro facilitador y guía:  "nadie recibe algo que no pueda llevar", es la puerta para lo que viene. Se toma una pausa y todo asunto permanece detrás de la puerta de entrada y se pierde.

Tambores de guerra, una guerra que no comienza pero que ya está.

El bosque antiguo con árboles tan altos que se pierde la dimensión del tiempo que llevan ahí, vigilantes. Son testigos de las eras, de nuestra historia,de cómo hemos pasado de civilización en civilización y no somos mucho, esto es muy corto,lo eterno se manifiesta.Ahora me parece que todo esto pasó ya y no falta tanto.

Los ancestros del color que formaron los nuevos colores, ya son de luz, ya danzaban y la vibración suena en el pecho para el que está atento. También con voces llamando al despertar, invitando a la guerra, a investirse la armadura, el escudo y la pechera. 

Sombra y Luz. Los opuestos se tocan,este camino se muestra en contrastes, distinguir lo mío que no es nada y lo REAL.

El camino al interior es un despegue espacial donde haces de luz ocurren alrededor,a una velocidad increíble y cada vez mayor,el único destino es hacia mi mismo,el Ser Interior.

El recibimiento es extraordinario, como llegar a casa y con los brazos abiertos."Te extrañé"  asi suena este reencuentro,"te he estado esperando" es la voz que me llama y es maravilloso. 

Nada más importa afuera,aquí se resuelve todo y se prepara lo siguiente.

Rápidamente hay que partir,una mano toca mi hombro y bum! de vuelta a tierra, hay algo que atender y es como seguir en otro estado, todo es mas luminoso y esta abierto a los sentidos.Seguimos en el trance,ahora desde el cuerpo de una manera más extática, también el ritmo ayuda a intuir lo que el corazón interno ya sabe.

Solo es confirmar y el tiempo avanza.

Pasan segundos o días,es un ritmo tremendo. El primer día por la mañana ya es intenso,a esto venimos y lo que haya que encontrar es bueno, es lo  que se busca.

Como acompañante hay poco que decir,sólo que es una gran fortuna presenciar un proceso más allá de la mente ordinaria y que el cuerpo obedece lo mejor que puede en ello.

Por la tarde se reinicia la conexión y el camino,de manera dócil y muy suave el viaje es mucho más encaminado y por lo tanto menos vertiginoso,como ya conociendo la ruta.

Los tambores son finos y en un lenguaje más elaborado,la invitación es a descorrer los velos,todo lo aparente, sus formas y niveles.Las emociones más intensas aparecen y justo cuando parecen incontenibles llega Mawlana Sheij Nazim (Qs) (Maestro espiritual del participante) volando por arriba y se lleva el velo aparente y cambia el escenario totalmente. Intento seguirlo mas nuevamente estoy en algo inmediato que atender y llegan las pruebas. 

Las emociones y deseos aparecen hasta el punto de ser catastróficos primero de Ira después de Miedo y ya sin saber nada de mi mismo ni reconocerme,ni que esperar de mi; nuevamente Mawlana Sheij volando se lleva este nuevo velo de apariencia.

Así sucesivamente se me muestran escenas de familiares queridos,y perfume de su amor,que al combinarse con la tormenta de emociones crea una atmosfera inquieta, expectante, hambrienta de sentir y hacer; hasta que en algún punto se me deja ver el rostro, cercano y sonriente de mi Maestro espiritual, casi lo puedo tocar y me mira muy de cerca sonriente al tiempo que se acerca su rostro y soy introducido en él, al instante aparece un ultimo velo, como de verde follaje, espeso y sin forma definida, al descorrerse de abajo hacia arriba a la distancia aparece un gran océano luminoso, de una luz propia y tan intensa como el sol. 

Se me invita a seguir, es como el lugar prometido, el corazón lo reconoce como su hogar aunque jamás lo había visto. Esa escena se detiene y despierto, a la tierra de nuevo.


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Experiencia con Respiración Holotrópica 

( y algunas conexiones y nuevas experiencias 

posteriores). 

Hernán, 34 años, Córdoba. Psicólogo.

 Típica experiencia perinatal 

(alrededor del nacimiento y sus consecuencias en la vida actual).

Encuentro del día 22 de marzo. (Entre paréntesis y en color aclaro las conexiones con sentimientos y pensamientos que hago en los tiempos posteriores a la respiración y al encuentro de ese día)



Luego de las entrevistas individuales realizadas al grupo, 12 personas, recibimos las instrucciones del facilitador y guía a cargo del encuentro.
Me encuentro acostado con una colchoneta con los ojos vendados con un pañuelo, previamente sé que hay alguien junto a mí que esta para asistirme en caso de que algo sea desbordante o desagradable y si se complica mucho la experiencia contamos todos con el facilitador que está atento al grupo en general. Esto, en principio, me brinda mucha tranquilidad para iniciar el ejercicio.
Se inicia el trabajo con una música de creciente intensidad en los sonidos y el ritmo lo que me acompaña muy bien en el intento de respirar aceleradamente. Respirar de esta manera me costó mucho inicialmente (y ahora no dejo de sentir que, inicialmente, al nacer me costó mucho respirar también, y que desde los 10 años aproximadamente arrastro una sinusitis, según el médico crónica, que me dificulta respirar y conectarme y confiar en mí y en el mundo y como si me faltaran dificultades para respirar desde los 14 años hasta los 34 llene de humo mis respiraciones y también en vez de aire metí cocaína por mis narices un buen tiempo, 5 años aproximadamente “Se ve que no quería respirar mucho el pibe…”) No logro encontrar en ritmo y dejarme llevar, lucho con mi nariz y mi boca, alterno la entrada y salida de aire por ambas vías, me incomoda, me ahogo con mi saliva, me atraganto, todo esto ya bastante abstraído de mi entorno. Sigo intentando encontrar un ritmo hasta que escucho otra respiración, que supongo es de Ahmad, que ingresa el aire por la nariz y los saca rápidamente por la boca produciendo un sonido similar a un silbido-susurro. Intento imitarlo ( y ahora pienso en la importancia sutil y determinante de los guías y maestros en los caminos y experiencias, aunque uno esta solito con su suerte) pruebo una y otra vez, parece que me sale pero no me dejo llevar y me doy cuento que no quiero que los demás participantes me escuchen respirar, inmediatamente desecho la sensación y comienzo a respirar tal cual sentía y allí todo cambio repentinamente, el aire me respiraba a mi, entraba me inundaba y salía sin ningún esfuerzo, comencé a disfrutar la sensación y no exagero sentí mi respiración por primera vez, continúe con alegría este dejarme llevar por el aire, comencé a sentir hormigueo en manos y pies tal como se había mencionado previamente a la experiencia(y recuerdo también ahora los relatos de mi madre acerca de mis pies y manos arrugadísimos al nacer, con la piel calculo chamuscada y apretada por no poder salir-nacer). Luego comencé a moverme, abrir los brazos, me dolía la espalda, sentía una presión en los omoplatos sobre todo en la parte derecha y la pierna derecha, me molestaba cualquier posición y comencé a exagerar como se indico, algunos movimientos con las manos piernas y el cuerpo. Era movimientos creo yo sin coordinación, me movía y jadeaba, me ponía boca abajo, empujaba, me tomaba el cuello por momentos, algo sin poder puntualizar si era una molestia, pero algo presente sentí en el cuello(luego descubrí al hablar con mi madre que nací con el cordón umbilical enroscado con dos vueltas en el cuello)volvía a empujar el suelo y me arrastraba en total oscuridad, teñida por momentos con algunos destellos de luz con tintes cálidos rojos amarillos a veces brillantes a veces opacos. Empajaba, jadeaba, respiraba y me balanceaba, volvía a empujar el suelo y me sentida un poco oprimido….me di por vencido y me relaje brevemente sin respirar agitadamente y sintiendo algo similar a la tranquilidad y la resignación y también me reía. Esto no me duro mucho, nuevamente como si el aire me raptara comienzo a respirar agitadamente ya sin dificultad alguna, es más, por momentos no soy YO el que respira sino algo en mi…continuo algunos movimientos extraños, por momentos me siento y me balanceo exageradamente y me acuerdo de algunas mujeres con las que trabaje en el Hospital Psiquiátrico de Oliva, pobrecitas pensé. Por momentos me distraía de mi trabajo de respiración algunos gritos exagerados e histéricos que escuchaba junto a mi, llegaron a molestarme breve tiempo y luego volví a concentrarme solo en seguir respirando y por momentos a empujar el piso o el espacio en el que estaba, todo en total oscuridad y con pequeños destellos de luces… luego de unos momentos creo que puedo sentarme y comienzo a estirarme respirando con tranquilidad…sigo unos momentos en esa posición, con una sensación de extrañeza y pasividad ante el entorno y siento una voz que junto a mi me pregunta como esta mi cuerpo y me dice que me quede allí sentado estirándome y cuando lo sienta adecuado que me levante y me quite la venda de los ojos. Espere unos momentos con tranquilidad y extrañeza a la vez…me quite la venda y me puse de pie…la luz era enceguecedora, todo era muy extraño y me sentía desorientado, me costaba caminar, sentí mi cuerpo y mis pensamientos en cámara lenta…Salí al patio y me fui a recibir un poco los rayos del sol, necesitaba estar solo…la extrañeza y desorientación continuaron conmigo durante casi todo el resto de la jornada aunque poco a poco y luego de dibujar un mándala bastante caótico y fragmentado( me daba cuenta de esto al momento de dibujarlo y no intente darle mas armonía y estética pues sentía esto y además tenia las manos y brazos que me respondían como decía hace rato, en cámara lenta y de forma extraña a mi mismo)… mi conciencia habitual fue regresando parcialmente al realizar el trabajo de asistente de otra persona que respiro luego, digo parcialmente pues el sentimiento de extrañeza duro varios días mas, sentía una angustia dolorosa y mucha tristeza a la vez que sentí por mi mismo una ternura y una esperanza que algo fuerte y vital esta comenzando….esa es otra historia y experiencia, que recién se esta escribiendo y viviendo en el DIA a DIA…

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A bordo de un cuerpo otro: 

observaciones sobre una respiración holotrópica

(impresionante relato de una experiencia de Respiración Holotrópica, 

una vivencia sobre el nivel sensorio-corporal extraordinaria)

María G. en Mendoza, abril de 2014

Cuando en el preembarque y sólo con boleto de ida asegurado a la sesión de Respiración Holotrópica a la que, aquello que es misterioso y está vivo me había conducido bajo el aspecto de una decisión propia razonable y adulta, comencé a buscar alguna data sobre aquello desconocido con lo que me encontraría. Lo reconozco, busqué información sobre el facilitador, cómo sería todo aquello de la dinámica, cuáles serían las actividades, en síntesis, busqué referencias. Encontré un blog donde una persona narraba la experiencia como un viaje fantástico en tren hacia los territorios más profundos e inexplorados de la interioridad más recóndita, una aventura interior, y quedé muy tranquila. Aquello era poético, era gráfico y elocuente. Error, el conocimiento viene en visiones dice Blavatsky, y no en bites aunque sea el más común de los sucedáneos actuales.
Y no es que fuera la primera vez que visitara los estados alternos, alterados, amplificados, ampliados, inusuales, no ordinarios, estados "otros" de conciencia. I've come a long way, baby. Desde la infancia, a todos nos gusta girar y girar en las calesitas, a todos nos gusta marearnos y jugar al serenito, seguimos las luces y los efectos visuales radiantes, contactamos con lo invisible y hacemos amistad con los inmateriales.
Sin embargo (I’m experienced) ninguna de mis intenciones, ni las develaciones que esperaba sobre temas puntuales, ni las aclaraciones que esperaba, obtuvieron una respuesta, sugiriendo esta experiencia que las respuestas obtenidas precisan de un modo diferente de preguntar o un corrimiento hacia una zona o punto ciego de inútil acceso desde todo lo conocido. Imposible traducir desde un lenguaje absolutamente desconocido, imposible subtitular, no me atrevo. El lenguaje que escuché (y escuchar a veces es sinónimo de sentir, como cuando los mendocinos decimos: ¿escuchaste el temblor?) no es un lenguaje conocido, no es siquiera un lenguaje de señas o el lenguaje universal en el que dicen que nos comprendemos en todo este planeta. Es como pedirle un cafecito a un marciano o que nos espere un minuto. Dicen que toda traducción entre lenguajes humanos es una traición, toda traducción en este caso es inútil, una caricatura y un retroceso. Acá no hace falta intérpretes, acá adoleceríamos de interpretosis.
Observo, registro y no retengo y lo que obtengo de mi RH es: orden, ritmo, belleza, mi cuerpo en espasmos según un orden y un ritmo propio, partiendo de la posición supina y la cabeza apuntando hacia el Sur, mi mano y pierna derechas comienzan el baile de los espasmos, y mi cabeza acompaña, entremedio sonidos guturales, la saliva entra y sale. Posición fetal, hacia la derecha, cambio de posición al niño de yoga, pronación y espasmos de cintura, cadera y espalda, mi cabeza acompaña. Viraje a posición supina, quedando la cabeza ahora hacia los pies de la alfombra mágica, apuntando al Norte, mirando al cielo. Espasmos de hombros, y pierna y mano contrarias. Gritos primarios, posición fetal, hacia el lado derecho, de nuevo el niño, pronación y posición final a supinación, como era en un principio, entonces y siempre.
Puede resultar tedioso leer la secuencia, pero no es más que la representación física de algo que intentaré describir con palabras.
A ver: acepto ser la inquilina de mi propia mente, acepto tener acceso permitido a una mínima parte de mi material psíquico sin utilizar complejas contraseñas, pero mi cuerpo, aquel que he ganado centímetro a centímetro tras largas batallas libradas contra mis propios enemigos ocultos y el dominio e influencia que sobre él han ejercido siglos de depreciación corporal y enemigos declarados del cuerpo femenino como la Iglesia, el Estado, la higiene, la moda, la publicidad y el femicidio… ¿él también me abandonaba?. Mi cuerpo, aquel con el que lentamente pero sin pausa había entablado un contrato tácito de solidaridad y apoyo mutuo hasta que la muerte física nos separase. Mi cuerpo, léase bien, MI cuerpo, mi único y perecedero bien material, mi inseparable adláter, me abandonaba.
El cuerpo que había sido mío hasta ese instante comenzaba a tomar vida propia y ante mis propios ojos vendados. Poco a poco y luego de la primer hiperventilación comenzaba a despertar de un largo letargo al que lo había acostumbrado. Y comenzó a hablar un lenguaje propio, nuevo, que nada tenía que ver con ninguna de las anteriores formas, modos o maneras de mover el cuerpo, o cuerpear la ola, o snowbordear la loma o subir la montaña. Era una especie de Aladino haciendo una capoeira epileptoide, una danza descoyuntada, una biblioteca celular con su propia (i)lógica! Mi cuerpo no es mío. Mi cuerpo es otro.
Imposible ponerle palabras, fechas, lugares, colores. Aunque no es como cuando uno dice: imposible describir el sabor del chocolate, es algo más, es como intentar tomar la espuma entre los dedos o descifrar una paradoja. Es una experiencia “inefable”, no quedan fotos, ningún registro es confiable.
El modelo cerebral de conciencia usufructuado a lo largo y a lo ancho del paradigma newtoniano-cartesiano se desmorona ante la propia conciencia amplificada, mi conciencia en caleidoscopio y empieza a cobrar conciencia propia y se levanta como un zombie de la tumba mi brazo, mi pierna, mi mandíbula. Cada uno tiene su propia historia, su propia memoria o simplemente, sin hacer transpolaciones, cada uno vive su aquí y ahora sin tiempo ni memoria, con sus propias pautas energéticas, procesando información que le es propia y autocorrigiéndose cuando es necesario, en una transhistoria nómade que hoy los encuentra acá, en el cuerpo que llamo mío, en el cuerpo que creía mío, en el cuerpo que contiene los mismos elementos básicos de los que está hecho el polvo interestelar y que recicla la misma agua que bebieron los tiranosaurios. Este cuerpo que unos días después de la RH llamo y me responde: "Brazo, levantate y traeme aquello", "Piernas, caminen", "Dedos, tecleen estas palabras" y claro, me responden porque no les queda otra, pero en realidad debo desdecirme, sí les queda otra, sí hay otra para ellos y para lo que llamo yo, mi, me, conmigo. Tal vez el fiel sirviente, el callado y dócil cuerpo tenga mucho más que decirnos, tal vez esa máquina blanda, esa obra maravillosa de la ingeniería biológica pueda finalmente abrirse el camino en esta era hacia esa carne brillante, esa carne nueva y transparente de la que hablan algunos. Carne y sangre que sin duda conocieron los pueblos más adelantados de nuestro pasado histórico.
¿Tuve acceso a material biográfico personal importante? No, esa peli no la vi. ¿Reviví traumas físicos o psicotraumas importantes? No, y no es que no los haya tenido ni que no los haya repasado mentalmente con cuidado antes de respirar. ¿Me acerqué al cuello de botella de mi puerperio? No lo creo. ¿Contacté con los ancestros? Lo único que sé es que vi una especie de tienda de campaña, hecha de trapos de color arena, cuya puerta de trapos se mecía con el viento como queriendo abrirse. Si era un inipi Lakota o una tienda árabe, una carpa de circo o un iglú improvisado en Playa La Perla en Mar del Plata, no sabría decirlo. Lo que sí sé es que una tienda de campaña se monta con el fin de quedarse en ella un tiempo y en ella se acampa. Generalmente se acampa con uno o varios fines como pueden ser: pasar la noche, descansar, alimentarse, refugiarse de las inclemencias de la naturaleza, como punto de reunión, entre otros menos comunes. No es mal comienzo, yo creo. Tampoco el contenido informativo es realmente importante, lo que es descomunal es la posibilidad de experimentarlo.
Experimentación de un patrón vibratorio, un orden oculto y belleza que encajaron perfectamente en el tiempo y el espacio colectivos que compartí con los correspiradores, no hubo nada de más, ni de menos, hubo el tiempo perfecto para terminar como si fuera una coreografía, y hubo el espacio que relacionó perfectamente el todo y las partes. Autoexploración no verbal, occidental y moderna, que se correlaciona con una autocomprensión que le hace juego.
Si uno puede contactar con otro cuerpo (mi cuerpo “otro”), lo más material, individualizado y separado en que puedo pensar en este momento, cómo no será posible contactar con otra alma, u otro espíritu, contactar, fusionar, fundir un espíritu con otro, el cielo con la tierra, los vivos con los muertos. Después de todo como dice Stan Grof: Las experiencias transpersonales que incluyen la trascendencia de barreras espaciales sugieren que las fronteras entre el individuo y el resto del universo no son firmes y absolutas.
Si la realidad objetiva se corresponde con este mundo que escapa al análisis intelectual y el uso de la lógica, y la solidez, segregación e individualidad son sólo apariencias y convenciones a las que nos atenemos por costumbre u obediencia ¿qué es lo que nos mantiene atados a una vida dirigida y apresurada, tras el fantasma de la ambición, los fines competitivos, todo el tiempo poniéndonos a prueba e incapaces de divertirnos? Todo eso se vería simplemente como una pesadilla innecesaria de la que uno puede despertar y despertaríamos en un universo esencialmente vacío e inmaterial, cuya verdadera naturaleza es la unidad indivisible, y no habría necesidad de inventar complejos y elevados objetivos vitales, sino sólo restablecer el flujo de la energía vital a través de una modificación de la conciencia.

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Relato de una experiencia holotrópica. 
(Despedida del Padre no conocido)

Lunes 17 de febrero, Esquel, Chubut. Argentina. 

Pedro (23 años.)

Tener en consideración que lo próximo a relatar es algo irrelatable de índole vivencial basado en una experiencia personal: Pongamos por ejemplo el hecho de que alguien intente explicarle a otra persona cual es el gusto al chocolate sin poder emitir comparación alguna…
Voy a intentar ser lo mas certero posible en la elección de las palabras y en el orden de lo relatado aunque este ultimo punto no sea de vital importancia.

Mi experiencia inicio con una charla introductoria del facilitador Cristian Ahmad. Isa Martinez, en la que abundaron las sensaciones de sincronicidad en muchos de sus mensajes y en muchas de sus observaciones.
Pero eso no es nada a comparación de lo que me regalo el ejercicio de la respiración,
En primera instancia el viaje comenzó con un duro esfuerzo por mantener el ritmo de respiración que de un momento para el otro se convirtió en placentero, comenzaron las sensaciones de electricidad/cosquilleo primero en manos, seguido de las piernas y por ultimo el pecho y la cabeza. Ya tenía experiencia en manejos de energías. Hace tiempo que trabajo con Reiki en mi mismo y practico distintas meditaciones pero nunca sentí nada comparable a lo de ese día; estas sensaciones eran acompañadas de pensamientos hermosos, rítmicos pero que no desviaban mi atención, solo transitaban; mi mente intentaba dar explicación racional a lo que estaba pasando sin mucho éxito, solo me entregue al disfrute, era sublime la experiencia…
Me llegaron unas ganas inmensas de compartir esas sensaciones y en ese momento abracé a mi sitter (persona que te acompaña y cuida en el viaje). A esto le siguieron momentos de una conciencia indescriptible.
En mi bolsillo tenia una piedra compañera de cuarzo amatista (transformadora de energía negativa en positiva); algo en mi interior había echo que la tenga encima, era el único objeto que tenia además de mis ropas.
Supe diferenciar sectores de mi ser en los que la energía no fluía adecuadamente y al poner esta piedra en los lugares donde la energía estaba estancada las sensaciones fueron increíbles, la presencia de la piedra era súper sensible, sentía como mi energía daba un giro por completo y mensajes o respuestas llegaban a mi; con certeza comprendí que mi garganta era uno de los puntos críticos y para destrabar esa energía debía decir cosas guardadas hace mucho; automáticamente apareció la figura de mi padre, fallecido antes de que yo naciera y como una respuesta canalizada entendí que debía darle un mensaje a través de mi sitter y despedirlo. Conectar con él de esa forma, abrazarlo con el corazón, decirle que lo amaba, despedirme y agradecerle género en mí una paz y libertad que nunca antes había sentido.
A esto le siguió un momento de calma, las sensaciones de electricidad/cosquilleo cesaron y me deje llevar por la música, en una especie de transe en el que aparecieron algunas visiones mandálicas, la figura de un anciano con una barba grande, a mi entender de mi linaje. Hasta este momento no les he podido dar explicación a estas imágenes.
Reanude mis respiraciones y me sorprendió el hecho de que esta vez ese estado de sensibilidad apareció mucho mas rápido y fácilmente que la primera vez, nuevamente sentí el mismo dolor en la garganta, volví a poner la piedra en esa zona, y de nuevo una respuesta vino a mi, ahora era el turno de mi madre (se encontraba haciendo el mismo ejercicio que yo pero en ese momento como sitter de otra persona), al llamarla, se sentó frente mío compartió instantes de respiración y directas del corazón salieron palabras que a cada vibración limpiaban mi ser y liberaban de culpas, llenaban de perdón y agradecimiento, y por sobre todo expresaban el infinito amor que sentía por ella, luego de un fuerte abrazo ella volvió a su lugar.
De nuevo experimenté esa sensación de liviandad y libertad como si una mochila se hubiera caído de mis hombros, no dejaba de sonreír, mi dialogo interno estaba completamente ausente, me recosté respire profundo y me dormí… realmente no se cuanto tiempo dormí, para mi percepción fue una eternidad, cuando desperté estaba completamente descansado, conciente y relajado.
Intenté generar nuevamente un estado similar a los anteriores a través de la respiración pero a pesar de mis esfuerzos no volví a sentir la misma energía en todo el cuerpo.
Igualmente mi estado no era el habitual una gran felicidad y plenitud invadían todo mi ser, la música me hacia vibrar por completo, imágenes venían a mi mente y se iban como jugando; sin mas el ejercicio termino y fui a dibujar un merecido mándala, reflejo de tan prospero viaje.
Escribirlo da cuenta de cuan vivido quedo en mí.
Hoy siento que mi andar es certero, que todo cuanto viví dio sus frutos y que transitar este camino es una bendición llena de aprendizajes valiosísimos, que nada podría haber sido de otra manera y veo mis energías y mis ganas renovadas y dispuestas a seguir avanzando.
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Domingo 27 de Abril de 2014. Neuquén. Paola A. 44 años.


Experiencia de Respiración Holotrópica 

(Vivenciando una identificación con el Inconciente Perinatal...)

" La experiencia comenzó con miedo, el miedo a lo desconocido, a el encuentro con uno mismo.... podía percibir que no era la única y los que iniciabámos el viaje por primera vez, nos miramos con sorpresa.

Al comenzar ya la meditación inicial logró transportarme a mi interior de una manera casi mágica...
Comienza el viaje!! mi respiración empiezo a ser mas conciente, sentía el aire entrando y saliendo .... la velocidad de la respiración era increíble....
De repente mis pies se duermen, luego mis piernas.... Empiezo a sentir un entumecimiento de mis manos, me asusto... bajo la velocidad de mi respiración en un estado de terror absoluto, de pensar que no podría realizarlo.
Logró nuevamente retomar el control y me digo, " tengo que hacerlo", vuelvo a sentir los mismos síntomas, pero las ímagenes comienzan a aparecer... la música es hermosa y me transporta a las sensaciones mas placenteras que puede conocer un ser humano, aunque los miembros estan dormidos, no siento dolor, siento calor, mucho calor, mientras las imágenes siguen llegando a mi como regalos del cielo: Un feto pequeño.... su corazón latiendo rápidamente... su cordón umbilical, su paz.... aparece en escena el universo, sus estrellas.... como flashes irrumpen rápidamente....
Viene mi padre (ya fallecido) a recibirme, me estira la mano... desaparece su imagen y veo a Jesús , a Buda, a Mawlana (Sheik Nazim, Maestro Sufi contemporáneo) ..a personas que no conozco... todas me invitan, me llaman....
La sensación es de no querer irme nunca más de ese lugar, pero las imágenes se entremezclan mientras en mis ovarios el calor quemaba... siento la luz invadiendo mi cuerpo.... esa misma luz que estaba al fondo de mi unverso de estrellas ya ha llegado a mí invadiendo y penetrando cada célula....
Vuelvo a respirar una y otra vez, trasportandome a ese universo infinito, las piernas siguen dormidas... el cuerpo esta como momificado...
Escucho una voz cálida (del facilitador) que me invita al regreso.... " Bienvenida"..... Estoy mareada muy mareada, mi cuerpo esta calido y liviano....
A minutos de terminada la experiencia mi cuerpo depriva, me dije: "que raro!!! Dios mio no estoy en fecha menstrual, al contrario estoy en fecha ovulatoria.". Pero mis trompras están obstruidas, así como lo estuvo el canal de mi madre cuando yo estaba naciendo...
Mi cuerpo me habla..... aun siento dolor... pero es mi " yo materno", sanando.... (interpretacion propia).
Agradezco primero a Dios que me permitió vivirlo, Cristián Ahmad Isa Martinez y su técnica de trabajo (Respiración Holotrópica ) y a todo el grupo, ya que aprendí mucho escuchando a cada uno y me refleje en todos....
Es mi deseo que todos puedan acceder a estos encuentros con el sanador interno....
Que Dios los guie a cada uno para que asi sea. Amin"

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Edgardo M. Rosario. Noviembre 2013. 39 años.

1ª y 2ª Sesión de Respiración Holotrópica

 (fin de semana)

Una vivencia muy completa y multidimensional

1ª Parte:

·                     Comienzo la respiración y enseguida comienzo a sentir que las manos se empiezan a poner duras en especial los dedos (esto ya me había pasado en dos oportunidades haciendo biodanza),  dejo que eso acontezca que se pongan todo lo rígido que quieran y en un momento empiezo a tener la sensación de soltar, allí comienzo a sacudir las manos en el aire, yo permanecía acostado y mis manos era sacudidas en el aire … luego se aflojaron. Cuando comienza una música de tambores, no sabía si quería pararme y danzar pero a su vez algo me retenía acostado ...recuerdo algo que movía las piernas en el aire…
·                     Con la música de tambores, al inicio, el tema era con mi cabeza…. Sentí que me estaba sacando la cabeza…, yo estaba mucho con la cabeza apoyada en el piso y ahí me movía… y la cabeza para abajo… era sentir que no podía, que quería levantarla, tuve un poco de nauseas o algo así si me paraba o levantaba la cabeza, por lo tanto seguí así, a veces el movimiento era pélvico, de penetración en la tierra boca abajo, a veces otro, cuerpo arriba, boca arriba, pero sobre todo boca abajo… en fin, la verdad sentí que me quería sacar la cabeza... que me la estaba sacando…!!!!.
·                     Me voy a otro episodio…Estaba en el cielo, fue una guerra, era una guerra, una batalla contra el mal… Yo estaba desesperado en un momento ya que veía lo que estaba pasando, entonces gritaba y daba órdenes para organizar la defensa y la batalla para luchar,  para salir a luchar contra el mal y no dejarnos vencer. Fue un momento entre negro y rojo, no distinguía claramente formas pero si movimiento dentro de ese clima, yo no podía permitir que eso siguiera así con tanto descarne, con tanta muerte, con tanto dolor sobre los nuestros y eso me dolía, reaccionaba… (todavía tengo las imágenes de este momento)
·                     Luego creo alcé un vaso de agua, también allí sentí dolor, era como entregar algo, y pienso también en dejar algo sagrado… pero a su vez lo tenía que tomar, o sea… pedí un vaso de agua pero de pronto ese vaso de agua se transformó en algo más, en parte de mi vivencia, yo estaba ahí arrodillado y alzaba el vaso con agua, a medida que lo alzaba entraba en llanto, en dolor, pero sabía que era mi destino…,  que no me quedaba otra…. Al tomarlo, sentí que tomaba un liquido dorado, un poco más espeso que el agua,  era bien dorado (ahí recordé el elixir de la vida en un libro de “el caballero de la armadura oxidada” de Fischer) relación de alguna manera que eso que estaba tomando tenía que ver con ese elixir…. De ahí sentí que en realidad estaba encarnando!!!!, que estaba dejando el reino de los cielos, que eso que entregaba y me daba dolor era salir de ese lugar…
A su vez supe, antes y después, que yo venía a luchar, que esa era mi misión, que venía a luchar para que el mal no gane la batalla, en un momento me pare y “me armé”, me puse de pie como un guerrero. Era un guerrero, alzé mi espada y me dispuse a entregarme en mi misión…. En otro momento relacionado con lo anterior, cuando había un gesto, tome eso que decía Ahmad Isa, de exagerar… y lo exageré!;  hasta ver si había algo ahí; frotaba mi cara mucho… mucho y lo seguí haciendo…. Lo que estaba haciendo al final de ello era pintar mi cara, me estaba transformando como un guerrero me estaba pintando la cara….
·                     Otra situación:  estaba como flotando, como una vivencia oceánica, después me di cuenta que estaba en el útero o incluso podría ser antes de ir al útero, sentí que estaba ahí..!! que flotaba… Luego tuve que abrir algo e ir a la luz,.. pero en esa momento sentí las colchonetas… yo quería moverme pero no me dejaban, entonces eso también se incorporó a mi viviencia… esas colchonetas se transformaron en un túnel para en ese momento como en mi prisión y a la vez en mi liberación… y yo estaba rodeado de esas paredes y me balanceaba en ellas hasta que salí…!! y empecé a moverme…creo que la música ahí cambió y en ese  momento tuve movimientos libres. Libertad!!!  y me movía y saltaba como un niño recién nacido, tal vez de más años pero así  lo viví yo… Eso fue de mucha alegría, éxtasis, y ver los colores, el aire, la vida. Sumamente feliz !!
Bueno ya estaba en esta tierra…
·                     Al comienzo distinguí los ojos y el pico de un águila, su mirada…. Al inicio, en la relajación, me vi caminando en el bosque: primero vi a una persona anciana con cabellos y barba blanca, eso fue casi inmediatamente y pensé que era mi Maestro..tal vez…pero me deje llevar por los tiempos de relato y seguí y entonces llegué, tomando esto de que podía ser cualquier forma… a una persona-águila, era como una persona con cabeza de águila o con el pico, o sea una mezcla… ese era mi sanador interior y me estaba esperando…. Al comienzo de la vivencia lo vi y eran sus ojos y su pico, su mirada particular que me miraba… creo que en algunos momentos vi su vuelo y volaba yo con él. También vi un ojo que me miraba... era solo uno, solo uno, solo un ojo…. Que a veces se veía más difuso... pero ahí estaba…
·                     Tengo presente en estos días bastante a la figura del tigre… pues en algún momento vino ese tigre…y su rugido y su forma y sus dientes, colmillos, su mordedura…. En algún momento sentí qué estaba despedazando una presa,,, de hecho lo hacía (con el colchón, creo que en ese momento). Estaba Noelia conmigo, mi pareja y mi sitter, y también a ella le mostré mi fuerza, mi poder y mis colmillos, rugí para ese lado para que viera y me “viera”… que me conozca y sepa que no se jode…
En algunos de esos momentos (antes me parece) también tómela mano de Noelia por primera vez... era como un cable a tierra era mi conexión con la tierra que precisaba en ese momento... Nuevamente, más adelante, tomé sus manos, fue en un momento de suma ternura, de suma constricción y  el nombre de la canción que no recuerdo, que para mi era una canción de cuna… es una música que conocía, pero estaba con una sensibilidad potenciada… y esa ternura así lo era… tome su mano y la acaricie… la acariciaba y comencé a romper en llanto… era como “pedir” perdón por malos tratos o por heridas que le podia haber causado, era tocar su fragilidad, acaricie su mano mucho, su brazo y luego su cara, sus cabellos…
Creo que cuando bajé del cielo, me paré y tome su mano y la alcé, era señal de triunfo, de nuestro triunfo y que supiera que habíamos venido a vencer, a ganar y que era una conquista que estábamos ahí, era nuestra conquista y a su vez una unión para triunfar, para nosotros y en la lucha contra el mal... que éramos poderosos. Quise transmitirle a ella la victoria, el triunfo, la fuerza…
·                     Interactuaba con los sonidos… percibía que había sonidos de animales, y la verdad parecía una gallina pero yo le respondía con un chirrido de águila, mi boca se transformaba, tenia un gesto adecuado  a lo que sentía. Mis gestos iban cambiando de acuerdo a ello, y cuando emitía el grito del águila  la voz se colocaba en un determinado lugar y salía ese sonido potente y diferente al de la gallina de la música pero era como un dialogo…. A veces también noté que ese sonido del águila salía apagado, opaco, débil y ahí entraba a veces en llanto…
·                     También fue muy fuerte la conexión con la tierra, con la tribu, con mi tribu… ahí yo estaba hablándole a Dios  a veces, a ellos, otros pares, hablaba, hablaba mucho me comunicaba, pero no era algo a entender por ningún idioma ni siquiera se si es africano  o quiere decir algo… pero yo entendía todo lo de la grabación, hablábamos de lo mismo…. “Cha chaia che che ia” con una voz y una impostación que no eran las habladas habituales sino con un sonido punzante abierto y hasta anciano a veces… en un momento sabia que estaba en la tribu y bailaban era un festejo y bailaban para mi… ahhh también en un momento aparece una verdadera mujer… muy apetecible y además una fiera, se que era Noelia y me decían mira esa esta muy apetecible y yo decía si así es y hacía gestos carnales de conquista de toma. Sabía que sería conquistada por mi y tenía la tranquilidad y dejaba que desplegara toda su fuerza de atracción en ese baile.

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Edgardo M. Rosario. Noviembre 2013. 39 años.

1ª y 2ª Sesión de Respiración Holotrópica (fin de semana)

2ª Parte:

·                     Aunque me da vergüenza escribir lo que sigue, calculo que todo es simbólico. Hablando del cielo tal vez una de las partes más conmovedoras… yo había pedido a la mañana que Jesús, (el Arcángel) Gabriel (quien pedí me acompañe en este viaje) y (el Arcángel) Miguel se hicieran presentes. En ese momento estábamos todos, Gabriel a un lado y Miguel al otro y Jesús o su luz arriba, más bien era su esencia y nosotros tres estábamos  flotando entre el cielo y la tierra… en este momento sentí para que había venido, para que había nacido y cuál era mi misión, dar  amor,  luz  a toda la humanidad.
La luz de Jesús venia hacia mi desde arriba, yo con Gabriel a un lado y Miguel al otro sosteniéndome y esa luz de Jesús pasaba a través de mi y se diseminaba por toda la tierra. Fue un momento de mucho dolor, ver el dolor de la tierra, de la humanidad. Cómo habíamos llegado a esto…???!!!;  y di toda mi compasión, mi luz y mi fuerza para que todos vivamos en un mundo de amor, que erradiquemos el mal...  creo que también ahí supe que iba a bajar... no recuerdo pero capaz que esto fue antes de ese momento.., o de transformarme en un guerrero.. no lo sé…
Esa vivencia dura “bastante” yo irradiando luz que venía desde Jesús, luz entre blanca y dorada. Y cubriendo toda la faz de la tierra fue muy conmovedor para mí y muy real el dolor y no poder hacer lo suficiente para transformar la tierra en el lugar de paz y armonía que alguna vez fue…
·                     Más adelante,  ya no sé si en el cielo o en la tierra, pero creo que era ya en la tierra.. tuve que luchar contra un monstruo.,. la forma era sin forma (como una especie de cosa espiralada) pero nuevamente entre rojo y negro (será que soy de Rosario Central::J?? ) y no tuve el más mínimo reparo en acribillarlo, sabía quien era y yo también y entre a golpes y penetrando en su forma para atravesarlo y descuartizar su poder, su mal… no tuve el más mínimo reparo y sabía lo que hacía.
·                     Un momento curioso fue cuando en la calma había sonidos de pájaros y yo me alegré con mis hermanos menores con suma ternura y alegría de sentirlos y verlos ahí… Por otro lado los sonidos de voces, de cantos de animales, de personas hablando en africano, todo era disparador para mi vivencia, hablaba con ellos… les respondía. Hablaba con gente de mi tribu, el sonido del águila salió varias veces en distintos momentos.
·                     Las voces étnicas es algo que sumaba y me sumaba a ellos. Cuando hablan en hebreo o no sé qué? Árabe? musulmán?… no sé… es un idioma que “entiendo”...  hablaba en idiomas que no entendía  pero sé que estaba diciendo algo… le hablé en un momento a Noelia así directamente a ella, sé que no entendió… o si… no sé…
·                     Waves are coming in… las olas están viniendo.. este es unos de los momentos más sublimes ya casi en al final, es una música que llegó hasta lo más hondo e inabarcable, es una música que conocía… que había escuchado su letra alguna vez y que en ese momento de suma apertura  me invadió de trascendencia de inmensidad de ese océano cósmico universal y del amor… waves are coming in… las olas están viviendo y lo sabía y lo sentía, olas de vida, de amor, de liberación, de hermandad, de paz,  de bien… y quería mostrarle a Noelia eso que sentía quería que lo viera, que lo sintiera, no sabía cómo hacerlo, me entregué a ese océano abriendo pecho y sentí la totalidad infinita del ser, de ser parte de esa magnificencia;  y tomé su mano y le hacía gesto, gestos para que lo sintiera para que viera ese infinito también.
·                     Un instante sumamente conmovedor para mí, y tiene que ver conmigo ahora (en la actualidad), fueron las músicas del final cuando aparecían los sonidos de la guitarra…recuerdo ahora especialmente una que apareció con una melodía tocada con la guitarra realmente celestial, tierna y conmovedora… ahí tuve creo gran emoción y llanto… pero esa melodía era de una delicadeza una musicalidad y una belleza incomparable… yo en este momento estoy buscando ese objetivo con mi música, con mi toque, que realmente sea pura música, pura conexión…, más allá que sea fácil o difícil lo que haga, que tenga esa belleza y esta transmisión pura….Así todas las músicas que venían en el final con guitarras, la guitarra salía claramente distinguida su sonido y me daba una belleza conmovedora …hermoso… y sorpresa, ahora mismo cuando lo escribo o rememororo lo estoy sintiendo!!  la belleza de poder transmitir, la belleza de su sonido, tanto en cuerdas de nylon o de acero que aparecían…

·                     Una vivencia feliz fue el contacto con Senegal… cuando apareció esa música me invadió una alegría inexplicable, estaba en casa, era mi casa, sumamente familiar… yo cantaba seneesesenegal…. A mi manera con una pronunciación distinta… Vuelvo a senegal… mi casa la que sentí mi gente una alegría insondable increíble de todos los pasajes africanos ese fue claramente distinto y distintivo… reconocí ahí una gran alegría de volver de reecontrarme de vivir… cantaba y me unió a todos, eramos uno…!!! una alegría, un movimiento, sonrisas, luz verde, tambores festejos, celebración y reencuentro…. Era un éxtasis… puedo seguir hablando de esto porque es interminable. Recuerdo otro momento en que me pusieron almohadones adelante y en realidad se transformaron en tambores para mi… empecé a tomarlos y tocar sobre ellos… 


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Pequeño abstract de una Experiencia de una Sesión de Respiración Holotrópica. Lo que se recalca en ésta es el impacto que tuvo la experiencia en los días sucesivos en la vida del participantes. 
Enrique. 32 años. Rosario. 2013

"En esta última respiración (2 de Noviembre 2013) no conseguí ver nada, que era lo que andaba buscando. Era el tercer taller en el que participé (con similares resultados los anteriores, pero por alguna razón insisto). 

En el momento de la respiración (durante) estuve enojado, pero después me fueron cerrando cosas: 
que soy un cabeza dura desagradecido

Tengo una vida llena de bendiciones pero por alguna razón no las disfruto o valoro, y vivo bloqueado en este aspecto. La claridad de esta vivencia, de esta conclusión, llega con el tiempo, despues del taller en si mismo: 

"A los pocos días tuve regalos muchos: de mi familia, surgieron recitales, discos, sorpresas y .... un flor de susto: me siguieron dos personajes en moto queriéndome robar y me apuntaron con un arma, a la carrera.

Es ahí donde entendés que no tenés nada y que tenés que estar agradecido (cuando caí y razoné). 


La lectura interior, la que se siente y no se explica, fue de valorar (de corazón) lo que tengo y que lo podría haber perdido (no me refiero a cosas materiales) y también la sensación de protección (porque estaba regalado).

Mi intención fue de compartir una vivencia, no la de influir en sus decisiones (que son personales). 


Uno puede interpretar las cosas como quiera, coincidencias, hechos aislados.... yo no creo en la suerte..."

 Abrazo.

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Relato de una Sesión de Respiración Holotrópica, con muchos elementos trasnspersonales!!



Experiencia de respiración holotrópica (la tercera respiración, y una lástima un sólo día ) 



en Neuquén capital, Sábado 20 Octubre de 2012. Natalia M. (31 años)


Por dónde empezar...? Algunas cosas las recuerdo vagamente y el orden se me confunde… pero sé que en la relajación sentí mucho calor en las manos y no recuerdo la imagen que elegí pero sé que ví mucha luz y en un momento sentí la necesidad de sacudir las piernas de una manera muy fuerte, y llegó a acalambrarse uno de mis dedos del pie.. 

Al comienzo lo que pedí es fuerza. 

El primer tiempo no ví ninguna imagen solamente me sentía bien, muy bien .. . y sentí que me desconectaba de mí cabeza y por un rato no podía pensar sólo sentir, y empecé a tener la sensación de que agua de un mar verde subía por mis pies como una marea y descendía de mi cuerpo y volvía a subir y bajar, en ese vaivén ví que mí tía (una persona muy especial para mí que murió hace tiempo) ya no estaba tan cerca, y me decía: sé que no es justo porque ya no podes verme .. pero yo te veo, y en eso aparece Mawlana (Sheikh Nazim, Maestro Espiritual Sufi), pero no lo veo en un lugar junto a mí, sino más arriba, en el cielo, y me miraba desde arriba y me decía que por qué lo buscaba en la respiración ... dejándome bien claro que no era el lugar en donde lo iba a encontrar. Y durante toda la respiración como en un ritmo constante se repetía la sensación de esa agua subiendo y bajando de mí cuerpo y escuchaba a tiempo a Mawlana diciendo “tranquila” (curiosamente una palabra que yo constantemente le digo a los demás). 

Al poco tiempo se empezó a entremezclar una conversación con Mawlana con un viaje que emprendía... En ese viaje por momentos era un Halcón, pero del Halcón sólo veía la cabeza y los ojos, era la mirada de las aves cuando posadas sobre una rama miran al alrededor y vuelan, era la mirada del instante justo previo a levantar vuelo. 

Mawlana me decía que no tengo fuerzas porque estoy mucho tiempo sola y necesito de él y de los demás, estoy acostumbrada a pensar que sola puedo con todo y no es así, necesito de nuevos maestros. En eso le preguntaba por qué era un ave, y me respondía que antes me puse en la piel de un león porque necesitaba el coraje para llegar a este lugar, y que ahora era un ave que tenía que despegar. Y me decía ya está, ya llegaste...!!! En ese momento me veía a mí, como me cubrían y envolvían con una sábana blanca, estaba en posición fetal envuelta en esa sábana y me transformaba en una pupa de mariposa, pero de esa pupa no salía una mariposa, sino un ave, y lo primero que salían eran las alas.

En un momento dado le consulto a Mawlana por qué aparezco en animales con rasgos muy masculinos? un león, un halcón, y en ese instante me mencionó a mí padre, y la palabra poder. 

Cada vez que él tenía que protegerme y dejarme ser yo misma usó su poder para mandar, y cuando confié y me abrí, me lastimó. Es por esto que desconfío y busco una confianza que no existe en las personas, especialmente en una pareja , y esa misma confianza en la religión. Siento que si elijo practicar una religión paso de un mandato a otro, y cómo sé que puedo confiar?... En eso me dijo, si no empezas a confiar te postergas, empezá a confiar, sólo si confias empezarás a vivir !!!! 

Entre las palabras en un momento me decía que cuando pienso en un hombre pienso en poder y destrucción, y eso es porque el hombre hizo un mal uso de su poder, el poder que tiene un hombre el único fin es la protección, la protección de la familia. 

Otra vez volvía la palabra poder, y me explicó que si sigo queriendo alcanzar el mismo poder de un hombre o el poder de mi padre lo único que hago es ser más y más infeliz, ese no es mí poder, mí poder es otro... En eso dijo, un mago para hacer magia necesita las herramientas de un mago ... con otras herramientas no puede hacer NADA!!!!

Constantemente volvía la palabra tranquila, y en un momento escuché “bismillah bismillah y más fuerte bismillah” (en el nombre de Dios) . Al tiempo escuché a Mawlana que me decía que me iba a proteger del sufrimiento, que no iba a sufrir más, y que solamente tenía que evitarle el sufrimiento a los demás.. 

En un momento me ví a mí junto a Shéffica (otra “respiradora” de viajes anteriores y que la respiradora la frecuenta en otros espacios en la vida cotidiana) en un viaje...

Mientras tanto seguían las imágenes del desierto, yo caminando descalza en el desierto... y me decía que la vida era como el desierto, que uno no pisa tierra firme y siempre anda en la búsqueda de un oasis; en eso aparezco en una casa cuyas paredes eran de piedra y aparecían algunas piedras que sobresalían y en el techo estaba la salida y entraba luz, en eso escucho .. esas piedras son los obstáculos, no los evites, querelos, porque ellos te harán llegar a la salida y encontrar la luz. Entonces empezaba a agarrar cada obstáculo piedra y trepaba, en eso ya no estoy más dentro de esa casa, estoy en el desierto, y nuevamente aparezco yo por un lado y un grupo de personas me miran, no sé si habían mujeres, tenían túnicas y creo que todos eran hombres. Tengo que emprender un viaje sola y tengo que elegir que llevar, mi bolso era de tela pequeño, como un pañuelo con nudos, y elijo llevar un espejo, y cuando me miro en el espejo estaba mí imagen y la de muchísimas personas que se miraban a otros espejos y era una imagen infinita que volvía a la mía... en eso pongo el espejo en el bolso y empiezo a cavar en la arena ... todos empiezan a hablar y Mawlana dice: dejen que siga ... Parecía un perro cavando para encontrar un hueso... en eso empieza a salir agua, y Mawlana me dice: Por qué buscaste el agua tan profundo si esa misma agua está dentro tuyo?

En un momento dejo de estar en ese desierto y estoy como en una mezquita, pero es muy pequeña y humilde, se siente como un ambiente húmedo y fresco, y hay una puerta de madera grande muy vieja, y por las grietas entra la luz, y me dicen que si paso esa puerta todo lo que voy a encontrar es luz. 

Durante toda la respiración me sentí inmensamente en paz.

Gracias Ahmed Isa por permitirnos vivir estas experiencias, hasta el próximo diker o respiración. Inshala.

Natalia (no sé por cuánto tiempo) 

Agregado del post respiración:

El día después de la respiración tuve que tirar agua de un balde, y de todos los árboles que habían elegí justo uno en el que había un loro perdido, no sé cómo lo ví, era del mismo color que las hojas, y antes no estaba, le hablé y bajó del árbol. 

Es enorme y todo el plumaje es verde, y tiene celeste en la cabeza y un poco de naranja en las alas. Una señora había perdido un loro entonces llamé y vinieron a buscarlo, el hombre me mintió y me dijo que podía ser su loro, después me llamó la mujer y me dijo que no es pero que lo quiere, el problema es que mientras acompañaba al hombre a buscar el loro no tuvo mejor idea que contarme de todas las aves que se le murieron, y estas personas atrapan aves y las ponen en cautiverio... un horror!!!

Capítulo 2 de la historia del loro, hablé con gente de un zoológico para que esté libre, y no lo aceptan por si tiene alguna enfermedad. Odio ver un ave en cautiverio, pero no me queda otra que tenerlo hasta encontrarle un lugar, y algo me dice que si lo encontré es porque tengo que tenerlo y cuidarlo y no regalarlo.

Como verás Ahmed Isa, mí evolución como dijiste es al pedo!! ( me quedó grabado), porque no puedo tomar ni siquiera la decisión de qué hacer con un ave perdida. :0)

MARIANA M. (MENDOZA -GODOY CRUZ - ABRIL 2012)

Ayer viajé

El primer día de abril de 2012, pude conectarme con mi ser como nunca antes lo había hecho. Realice  una respiración holotrópica, técnica vivencial creada por el Dr. Stan Grof basada en la intensificación de la respiración, música emotiva y trabajo sobre el cuerpo, que permite acceder a estados ampliados del cuerpo.

Viaje hacia dentro, hacia mi agujero negro, al pasado, al futuro, a otros lugares paralelos.
Cuando nos pediste  que buscáramos nuestro sanador, me vinieron varias personas, mi abuela materna, mi abuelo paterno, pero no eran ellos. Después empecé a ver imágenes,  apareció una amiga mía que murió cuando yo tenía 8 años, la ví con sus dos colitas y me llevaba hacia la luz. De repente vino volando Lakshmi desde afuera, como la gran diosa que es, entonce le pedí abrirme como una flor, que mi semilla germine.

Luego me dio mucho calor necesitaba tocar todo mi cuerpo, sentirlo, la texturas, los sabores, el olor, sentía que estaba haciendo el amor con un chico que estoy conociendo, y todo era  muy intenso.

Lakshmi me invitaba a salir de la cueva, me sedujo y me llevó a un lugar pantanoso, me hundía, mis pies eran tocados por peces que nadaban. La sensación era cálida pero a veces oscura. Seguí caminando y me encontré entre montañas, cerca de potrerillos, en el camino que lleva hacia la cascada. He estado en ese lugar muchas veces. Era feliz,  el mundo me inundaba, su belleza su frescura, el viento, la naturaleza, era libre.
Comencé a correr, y luego nade,  viajé por el río,  en las profundidades, el agua no me asfixiaba. Después intentaba salir pero me quedaba atrapada por que el agua se había congelado, por suerte mi papá me salvaba. Rompía el hielo, y me sacaba. Era de noche y él me llevaba a un ritual, toda mi familia  estaban en ronda celebrando, bailaban, reían el calor del fuego, era hermoso, baile hasta morir de cansancio y así estuve varios días. En esta ronda también estaba Cristian. 
yo disfrutaba  de todo el ritual, era salvaje, libre, estaba desnuda, mi cuerpo era un todo, era muy sexual.

En un momento tuve vergüenza, pero no podía parar de bailar. Después me dieron muchas ganas de revolear mi mano izquierda, la sacudí con mucho frenesí. Y entré en un lugar verde parecía otra dimensión como ondulante, era suave y gelatinosa.
Luego me volví a acostar, más tranquila, seguí de viaje, pero lejos del ritual del fuego y de la ronda. 

Caminaba  por las montañas, cabalgaba  a toda velocidad, el cielo se me venía encima, la noche más estrellada me acompañaba. En todo el viaje me acompañaba una serpiente por todo el cuerpo. En un momento  me vino otra imagen, me había convertido en una canoa y navegaba por el río, me dejaba llevar, hasta que caí en una cascada. Cuando aterricé,  empecé a caminar  y mi papá también estaba allí,  me perseguía, yo corría como tratando de escaparme como en un juego, me convertía en  mi perra, y éramos una. Y a cada momento nos metamorfoseábamos. Luego  me reía  con mi papá, lloraba de la emoción, por que él camina con un bastón. Era feliz viéndolo correr.

Después me vinieron recuerdos de mi infancia, de cuando él era libre, cuando no tenía miedo, que se largaba a la pileta, sin importarle el golpe, que se subía a un  caballo rebelde hasta dominarlo. Era  muy fuerte y alegre. Yo lo amaba profundamente.
Luego lo vi como está  ahora con su bastón, con todas sus rigideces, con todos sus miedos, y me daban ganas de llorar, pero también me daba cuenta que no podía hacer nada, ese era su camino. Y yo tenía que seguir mi viaje…
Entonces  galopaba en mi caballo, me sentía fuerte, una leona, y verme así me hacía llorar  de alegría, de emoción de nostalgia. Mientras me alejaba trataba de tener alguna imagen de mi mamá pero no se me venían, ya que los iba a abandonar quería tener un recuerdo de ella. Y entonces se me vino el momento del parto cuando me tuvo, con todo el amor que hubo en ese encuentro. Luego me daba de comer y sentía el pecho suave de  mi mamá. Lloraba mucho esta vez, era una gran emoción, poder ver mi nacimiento, sentirlo.

Luego quería seguir viéndonos a nosotras, pero yo era mi mamá y mi hijo me miraba mientras yo daba a luz  a mi  pequeña hija.
Mi hijo de dos años me clavaba sus hermosa mirada, tenía los ojos rasgados el pelo un poco pelirrojo y duro.
Luego vino una gran calma, y una luz, seguí mirando y vi una luz fuerte clara, y apareció una   extraña cara,  parecida a la de un extraterrestre, me asusté y me desperté, no quise seguir respirando. Me dio mucho sueño, y quise dormir, llevarme por la música,  no pude dormirme.

Después  me abrazaste y sentí que venías de otra época a curarme, al principio, me enojé por que me acordé lo caro que salía el taller. Después me dio vergüenza ese  sentimiento, y te abracé más fuerte y agradeciéndote el haberme  despertado, por todo el cariño que sentí, en ese ritual, tu fuerza y valentía para llevarlo adelante. También percibí a tu maestro que me abrazo. No me acuerdo su nombre. Gracias muchas gracias!!!

Después de esta intensa experiencia, siento que soy una energía del universo, ya no lo pienso, ahora lo siento. Se que vengo atravesando caminos, no puedo entender mucho, pero las sensaciones son muy intensas. Me siento más libre, sin temores, sin miedo, sin culpa, conectada al universo...


CAROLINA (comodoro riv.)

MI EXPERIENCIA HOLOTRÓPICA
Llegamos muy temprano a la mañana, era el primer día del taller así que había que preparar el salón, ubicar los colchones y almohadones, las mantas, la comida para el descanso, los papeles de diario para cubrir las ventanas etc. Todo el mundo trabajo en equipo y preparo el espacio para tener la mejor practicidad posible.
Hicimos una suerte de desayuno antes de empezar, donde los que estábamos por primera vez nos poníamos al tanto de lo que iba a ocurrir más tarde, y los conocidos conversaban amenamente y elegían su siter.
Después del desayuno el Líder del grupo, Cristian Isa nos invitó a todos a sentarnos en círculo en el piso. Nos introdujo a una relajación en la que debíamos imaginar a un ser protector del grupo…relacionarlo con un color…un objeto…una palabra luego  nos invitó a presentarnos de a uno, diciendo nuestros nombres, edades, y como habíamos imaginado a ese protector y guía del grupo.
Éramos 25 personas y cada una fue relatando brevemente su parte. 
En mi caso relacioné una llama verde y blanca que vi en el centro del círculo apenas cerré los ojos.
Después nos indicó que el que tuviera siter eligiera un colchón y el que no lo tenía que se quedara en el medio. Yo acordé con una chica con la que había tenido afinidad conversando un rato antes.
Hicimos los últimos preparativos. Entre cada pareja decidían quien iba a hacer el ejercicio primero y quien seria siter. Los que respiraban se vendaban los ojos (los tendrían vendados durante todo el ejercicio que duraba alrededor de 3 hs) y ocupaban el colchón cómodamente ubicados. Los siter eran los encargados de cuidar a sus compañeros de cualquier contacto con el exterior de ese colchón. Si alguien se salía de su campo de acción era resguardado por almohadones, en dirección horizontal y vertical para aislarlo del exterior de dicho colchón. Además debían asistir a su compañero si éste necesitaba agua, pañuelos, si sentía dolor, si necesitaba un abrazo…ayudarle a circular si necesitaba ir al baño ..etc.
Yo pedí “respirar” primero porque tenía mucha curiosidad y ansiedad por lo desconocido.
El guía nos aconsejó a todos los principiantes que nos dejáramos llevar  y acentuáramos en el cuerpo  todo lo que se nos viniera a la cabeza hacer. Estaba permitido gritar angustiarse, bailar, reir etc.
Me vendaron los ojos. Nos hicieron recostar y hacer una nueva relajación en la que nos indicaron un camino imaginario a seguir para llegar a una puerta y abrirla para entrar en el mundo que nuestra mente iba a seguir recreando luego. 
Nos llevaron hasta esa puerta imaginaria y la voz que nos guiaba se calló. Se encendió la música para estimular nuestros sentidos.
Empecé a acentuar los impulsos que tenía tal como me habían indicado y en un momento sentía que el cuerpo prácticamente se movía a voluntad, no era que no dominara mi cuerpo sino los movimientos se habían tornado tan repetitivos y rítmicos que no tenía que dedicarme a pensar si movía una mano a un ritmo simplemente me sentía automatizada con el movimiento de mi cuerpo y mi mente volaba un poco más lejos.
Empecé a escuchar gritos cerca de mí, una mujer lloraba y un hombre gritaba y escuchaba a mi siter marcándome el ritmo de respiración.
Todo eso primero me desconcentró y sorprendió un poco pero después me relajé y me dejé llevar. 
En un momento sentí la necesidad de gritar muy fuerte. Me liberé y lo hice sin que nada me importara, después mi mente comenzó a divagar y veía imágenes de mis seres queridos muertos. Esos recuerdos me hicieron sentir angustia y lloré con mucha fuerza…no me importó donde estaba simplemente me dejé llevar. Mi siter me alcanzaba pañuelos para limpiarme y agua cuando se lo pedía.
Pasada mi angustia después de haber llorado mucho quedé como en blanco…escuchando la música… Volví  a escuchar a mi siter que me marcaba el ritmo de respiración acelerada y le seguí de nuevo. 
A los pocos minutos de seguir esa respiración mi paisaje en mi mente volvió a cambiar. Estaba en el claro de un bosque, era un claro perfectamente redondo, de no más de 4 metros de diámetro. El bosque se veía muy tupido y oscuro y rodeando el claro había un sinfín de mariposas de colores que volaba alrededor. Era un paisaje hermoso, por un costado pasaba un río y había luz pero solo me importaba ver hacia adentro. Dentro del claro estaba yo y veía 3 personas más. Todas mujeres. Una nena de 4 años, una chica exótica con dreadlogs, una gordita con aspecto de sensible y yo como me veía actualmente.
Cuando vi que cada una de ellas era yo en distintas edades me di cuenta enseguida que todo era producto de mi mente pero quería saber el motivo de esa reunión. La nena de 4 años imaginativa y caprichosa me sonreía, La chica de rastas estaba seria, vestía como una amazona/guerrera y era yo hace menos de un año, la luchadora; la chica gordita era yo unos años antes cuando mostraba más mi lado sensible y tenía miedo de vivir la vida, siendo reprimida. Entonces me di cuenta…
Ese claro en el bosque era un rincón dentro mío, quizás mi alma…y ahí dentro estaba yo con mis cuatro facetas de personalidad. La niña que de todo se sorprende, que es inocente y caprichosa, que porta la alegría. La Amazona, la guerrera y rebelde, la que tiene la fuerza y el ímpetu de lucha dentro de mí, el valor y la ira también. La gordita sensible, sufrida y reprimida por sí misma, dominable, con miedo a vivir. Y yo la artista, independiente con creatividad y carácter que me diferencian de las anteriores.
Tuve un momento con cada una de ellas…en el que me reconciliaba y me perdonaba a mi misma mis errores del pasado, supe que una definición de mi se engloba en estas 4 personas iguales pero distintas, que nos complementamos, que somos una. La guerrera aporta la fuerza y está siempre en alerta, cuidando. La niña se encarga de la felicidad constante, la gordita es el lado sensible ante la vida, la buena persona de buenos sentimientos, casi la conciencia; y yo soy la artista, la encargada de combinar todas esas personalidades para pintar ese cuadro al que llamo vida.
Después vi a la guerrera tomar un escudo de colores que me llamó mucho la atención. No se como pero ya no la veía sino que sabía que yo era ella, yo ocupaba su lugar y me movia con sus actitudes. Tenia el escudo en mi brazo y con un acto reflejo saque desde mi espalda una espada. Me sentía como en una película de suspenso. Vi acercarse algo entre las sombras y no podía ver bien pero sabía que era peligroso. Era una especie de Dragón de Komodo gigante. Era bien grande y feo y tenía escamas de colores, sin duda un ser fantástico imposible de encontrar en la naturaleza, solo en mi cabeza.
Apenas lo ví salté sobre el, lo ataque por sorpresa y no me costó mucho clavarle la espada en el cuello, seguí clavándole la espada varias veces para no tener dudas de que lo había matado, incluso seguí clavándole la espada hasta que pude separar su cabeza del cuerpo ayudándome con el escudo.
Me senté para recuperar el aliento… y de adentro del cuerpo del dragón salían personas, gente que me había dejado algún tipo de dolor. Los veía ensangrentados por las vísceras del dragon e incluso los ayudaba yo a salir de adentro y a limpiarse. Todos siguieron su camino y a los que mas me importaban los seguí un poco mas en su evolución y vi mas de ellos. La gente que yo tenía que perdonar en cambio solo los miré sin darles mayor importancia y se fueron rápidamente.
Supongo que eso fue una manera de perdonar también.
Cuando terminó el ejercicio me había quedado dormida y el guía vino a despertarme. Después pude ver que actuaba así con todos. Mi siter me llevó hasta una mesa donde había lápices de colores y hojas con un circulo grande dibujado en el centro. Tenía que dibujar un mandala con lo que recordara de mi viaje. Dibujé el escudo de mi guerrera. Como recordaba era de madera con una cruz de metal decorada con piedras de colores y  en el centro una flor tallada que dividía el escudo en 4 partes. Una parte tenía cuero y escamas del dragón (la guerrera) la cara de enfrente tenía figuras globulares como pétalos de flores, también de colores todos más suaves y pasteles (la gordita sensible), Entre estas dos caras había dos más enfrentadas, Muy parecidas pero no iguales. De fondo tenían vidrios de colores que asemejaban arcoíris de colores muy diversos y sobre eso una incrustación en piedra. La mas centrada y perfecta era la niña, mi yo actual esta mas descentrada, pero es casi igual.
Carolina



ISABEL
Ayer hice mi 3º respiración. Cada vez la experiencia es más fuerte y profunda.
Primero comenzaron a presentarse unos mandalas negros y grises girando. Los dibujos eran lindos pero los colores feos, tenebrosos, sin luz. Giraban en el sentido de las agujas del reloj.
Luego vino lo fuerte: un hombre de unos 35 años, ojos grises muy lindos, pero con pelo largo, muy sucio, conllagas en la boca (labio superior, mitad izquierda) se enfrentó a mi a unos 30 cms y me dijo: YO SOY VOS. A partir de alli fue una secuencia de imágenes de luz y oscuridad en círculos que se cerraban uno sobre otro, en la oscuridad se me iban presentando imágenes de su vida, en la luz volvía a mi vida actual.
El vivía en la edad media, y era esclavo en una goleta, como remero. Estaba hacinado, en la oscuridad, sin aire, y con grillas en los brazos y en las piernas. Totalmente entumecido, sus pies estaban dormidos. Cuando se terminó de armar la escena entre muchos círculos de ida y vuelta convoqué a mi papá. Fui a buscarlo al techo del garage de Guarida (la estancia familiar que amamos los dos) y le pedí que me ayudara a liberarme de las ataduras. El me dio una espada transparente, como de cristal y comenzamos entre los dos a cortar los grilletes, y me empecé a estirar. Me dolían mucho los brazos y tenía los pies entumecidos. La columna me empezó a crujir. El estómago me sonaba de hambre. Comenzaron a surgir las comparaciones, con mi vida actual:
- los pies tiesos y sin recuperar la totalidad de la sensibilidad.
- la rigidez de mi cuerpo.
- la tendencia a encorvar la espalda (presencié cuando lo azotaban y se arqueaba al recibir el latigazo)
- duermo toda acurrucada, y me levantó con dolor en los brazos
- aprendí a nadar pero nunca llegué a la profundidad de la pileta por miedo. Estuve 2 años intentándolo y no lo logré.
- odio la oscuridad y los olores
- he estado los 2 últimos meses trabajando con fonoaudióloga para corregir la postura de la boca, que siempre la tenía abierta (las llagas)
- la sensación de ahogo que siento en muchos momentos
- en la vida las cosas me han costado mucho, y siempre tuve la sensación de que debía remar y remar para obtener resultados.

Salí de la respiración agradeciendo la vida que tengo. Comencé a dormir estirada, despertándome relajada. Y los pies comenzaron a despertarse. Ya tengo más sensibilidad.



Taller de Respiración Holotrópica 18/19 junio de 2011. Centro Tara- Murcia

El primer día de taller, llegué confiada y tranquila. Hacía unos tres años, que había leído algo sobre el trabajo de respiración holotrópica y me pareció interesante. Deseaba experimentarlo, pero por una razón y otra, esa experiencia tardó todo ese tiempo en llegar. Esto no me importó pues ya me ha ocurrido en otras ocasiones, que cuando deseo tener la experiencia sobre algo, esta tarda en llegar, y hace tiempo que se que llega en el momento justo, cuando estoy preparada para ello. De ahí mi confianza y tranquilidad.
Encontré a una buena compañera y amiga, Ana, con la que he compartido sanadoras experiencias, y a Merche, directora de Tara y cuando se produjo la pequeña entrevista con Cristian, me pareció entrever que podía tener una experiencia intensa y dolorosa, para la que tendría que estar preparada.

En la primera sesión, Ana mi compañera de respiración comenzó a realizar el ejercicio y yo estaba de cuidadora. Yo comencé a ver todo los que me rodeaban y no comprendía por qué estaba allí. Sentí deseos de marcharme, de salir de allí. Sentí que no era necesario pasar por aquello para sanar algo, que no era necesario sufrir, que yo al menos no estaba dispuesta a hacerlo, que ya era hora de trascender el sufrimiento y transformarlo. Cuando terminó su respiración, en la comida, pensé si me iba o no, estaba muy desorientada. Me quedé porque pensé que si no lo hacía, ella no tendría quien la cuidara en la respiración del día siguiente.
Cuando llegó el momento de realizar mi respiración, tenía todas las resistencias habidas y por haber para no realizarlo. Sentía tanto miedo, no quería pasar por una experiencia difícil, me parecía que ya no había lugar, que no era para mí. Me negaba a respirar, sentía que me ahogaba si lo intentaba, me levanté varias veces para ir al baño, pero realmente sabía que todo eran resistencias.
Cuando Cristian se acercó a mí,  me dijo que me tranquilizara, que estaba cuidada, que no estaba sola, grité que me quería marchar de allí. El tocó unos puntos en mi cuerpo, al tiempo que me dijo: “Sal de ahí, sal del lugar donde estás”, yo al leve contacto grité de dolor, de un intensísimo dolor, aunque sé que ese dolor no me lo producía la presión que él pudiera hacer en mi cuerpo. Era mucho más profundo.
Intenté respirar, pero no podía. Entonces me rendí, me acomodé en la colchoneta y me dejé descansar. Durante no se cuanto tiempo no oí nada, la sensación fue que no estaba, que no era, no existía.
Después de mucho tiempo, comencé a escuchar música, era una canción de cuna, y me sentí mecida, con un bienestar inmenso, protegida y amada. Estaba en un lugar donde nada malo podía sucederme.
Me alegró al término, no haber pasado por experiencias aterradoras, como me habían parecido las de algunos compañeros anteriormente. Me di cuenta al término del día, cuando cada uno expuso su experiencia, que mucho del miedo que sentí, fue por juzgar desde afuera la experiencia ajena, porque en general me sorprendió que lo que dijeron fuera bastante mejor de lo que yo había pensado. Esto me dio fuerzas y ganas de afrontar el día siguiente de respiración.
Me fui al hotel y me di una refrescante ducha con la intención de dar un paseo por la ciudad, necesitaba mezclarme con la gente que estaba en la calle, duró poco el paseo porque estaba realmente cansada. Fui a dormir. Tuve un sueño muy vívido, es el siguiente:
Me encontré con un amigo, al que conozco poco, pero me parece una persona extraordinaria que siente la vida con una intensa espiritualidad. Lo encontré en la calle, y me sorprendió verlo tan radiante y alegre, pues él es de una serenidad impresionante y yo nunca le había visto mostrarse tan expresivo.
Me dijo que estaba muy contento, porque una amiga suya se iba a casar, y me sorprendió que ese hecho le hiciera sentirse tan exageradamente alegre, pero me comentó que el motivo de su alegría, era que su amiga, tenía que elegir entre tres hombres a su esposo, y que quizás el elegido fuera él y que eso le hacía feliz. Yo en el fondo, sabía que esa felicidad era suya, y que fuera elegido o no, era algo que no iba a perturbar su alegría. Aquí acabó mi sueño. Lo sentí incompleto.
Cuando me desperté recordaba perfectamente el sueño, a diferencia de lo que me ocurre habitualmente. Me pareció gracioso, y me puso de buen humor. Comencé el día con alegría y ganas de ir al taller a respirar. 
Fui caminando, lo que hizo que me llenara de energía. Hoy comenzaría yo la primera.
Cuando llegué, comenté a Cristian el sueño, y me dijo que era muy simbólico, y algo más que no recuerdo.
Al iniciar la relajación y pedirnos que visualizáramos la figura frente a nosotros de nuestro sanador interior, vi una figura blanca, de luz con una túnica larga blanca, turbante y barba, no pude contemplar sus rasgos físicos con exactitud.
Pedí su protección en el proceso, solicitando trabajar aquello que me impedía dejar de fumar, por qué razón no dejaba de hacerlo, pero inmediatamente me pareció pretencioso pedir algo concreto, me parecía que haciéndolo podría limitar mi propia  experiencia y solicité y pedí trabajar aquello que fuera lo ideal para mí, lo que yo necesitara para mi desarrollo. Al comenzar a respirar también me dirigí a mi sanador interior para pedirle ayuda y me tendió su mano.
Comencé a respirar:
    Me encontré en una tribu africana danzando alrededor de un fuego junto con otras personas de la tribu, era una danza de alegría y agradecimiento, se fueron retirando hasta dejarme sola danzando y en la danza conocí el éxtasis cuando miré al  hacia el cielo en señal de agradecimiento.
   Volví a verme bailar en una discoteca de los años 70/80, llena de luces de colores en el techo, también estábamos bailando en círculo unas 
cuantas personas. Bailaba a un ritmo muy acelerado y me sentía muy alegre y feliz. Al mirar hacia arriba y ver las luces, ellas y yo bailábamos con frenesí. Volví a sentirme en éxtasis.
   Seguí viéndome danzar con un gozo y una alegría indescriptibles, una danza que no he visto nunca, pero de la que conocía todos los pasos. No sabría decir si era una danza hindú u oriental, no sabría definir mis rasgos ni mi vestuario. Siempre eran danzas de agradecimiento y alegría.
   Volví a bailar y a danzar, era algo parecido a la danza del vientre, sentía el movimiento de las caderas y la cintura muy ligera, tenía cintas con medallas que tintineaban al bailar. El sentimiento y la emoción eran puro gozo.
   Volví a danzar en una tribu, y más éxtasis y más gozo. Fueron danzas y danzas de todas las culturas, de todas las épocas, que parecían fundirse unas con otras, como si todas sucedieran a la vez, al mismo tiempo. Volví a descansar.
   Me vi en la selva amazónica, junto a una gran río y una hermosa y rica vegetación, era una mujer indígena, me vi de espaldas con una larga melena de pelo negro azabache, había danzado unos instantes antes; me senté de rodillas sobre mis talones, apoyando la frente en la tierra mirando al este, con las manos extendidas en el suelo y las palmas hacia arriba en señal de agradecimiento al cielo, por esta tierra a la que besé muchas veces con un sentimiento enorme de amor,  dándole gracias.
 Me tumbé boca abajo en la tierra y poco a poco me fui integrando con ella hasta que perder la forma y la materia de mi cuerpo y fundirme completamente con la tierra. La tierra y yo éramos una, éramos la unidad (este sentimiento se ha quedado en mí y me acompaña internamente).  Descansé en esta sensación de unidad durante un tiempo. Después miré hacia el cielo y vi un gran corro de querubines bailando y cantando, entre los que yo me encontraba, también niña. Todo era felicidad, vi como el cielo bajaba y se unía a la tierra, los árboles y  el río. Todo se fundía en una Unidad perfecta y el mundo se convertía en una esfera de colores azul, verde y marrón, que giraba y giraba lentamente, y al girar se hacía cada vez más pequeña, hasta quedar del tamaño que yo podría coger con mi mano. Miré hacia adelante y la vi flotar en el espacio junto a otras muchas esferas (otros muchos mundos), todo estaba en perfecto equilibrio  y armonía.
   Sé que descansé, pero no se cuanto. Volví a oír  música árabe y me vi en el patio de una construcción árabe, sentada en el suelo y con los brazos extendidos a los lados de mi cuerpo atados con grilletes a la pared. No podía bailar por más que lo deseara, cuando vi que no  podía soltar los grilletes, me dije que nadie me puede impedir bailar, salí de mi cuerpo y comencé a danzar en el espacio justo por encima del patio donde me encontraba. Otras mujeres se unieron a mi danza y mi cuerpo en el suelo las miraba con embeleso y alegría. Sentí decir: Nadie puede impedir que bailes, eres libre (esto lo dije en alto, libre, libre, libre) y en ese momento con un gozo indescriptible morí con una sonrisa en los labios, y una  gran paz y serenidad en el rostro. Descansé.
   
   En un momento, mi compañera me tocó (para subirme los pantalones que con tanto movimiento se me habían bajado hasta las rodillas) y me asusté al contacto….pero miré al miedo…..y entonces comprendí… comencé a reír porque me di cuenta que el miedo es algo sin entidad y que si lo miras de frente con una simple carcajada se disuelve. Reí, reí, reí….hasta sentir vértigo. Me tapé los ojos con las manos, dejé de reír hasta que el vértigo pasó. Descansé.
   Comencé a escuchar nuevamente música de marcha militar y comencé a jugar, como un niño haciendo saludos militares al son de la música, después reí y comencé a hacer monos con las manos, tonterías, como hacen los niños divirtiéndome sin más. Descansé.
    Volví a oír música, ahora de gaita y yo era quien la tocaba….unas veces bailaba y otras tocaba. Estaba tumbada en la colchoneta de la sala, relajada, y fue como salir de mi cuerpo y ascender y mirar a mis padres con mucho amor y agradecimiento, irradiaban luz, a mis hermanos, a mis hijas, al padre de mis hijas, toda mi familia y amigos. Todas las personas que han estado cerca de mí. Formamos un círculo y danzamos cogidos por las manos. Todas resplandecíamos. Se fueron incorporando seres que subían con oscuridad, y al llegar al centro del círculo que formábamos, tomaban la luz y se unían a nosotros, durante un tiempo seguían subiendo seres de la oscuridad y todos les dábamos la bienvenida calladamente y con gozo, todo era felicidad y amor. Bajé a mi cuerpo y lo contemplé desde abajo, todo era luz. Descansé.
   Sonó música de piano  y al mirar vi que  yo estaba tocando un piano de cola y cada tecla que tocaba emitía una nota musical al mismo tiempo que saltaba de ella una nota de amor luminosa. Miré al frente y vi un grupo numeroso de personas observando con gozo como tocaba. Volví a mirar, eran mis ancestros, unos blancos llenos de luz, otros oscuros, otros grises, a mitad entre la oscuridad  y la luz. Las notas de amor saltaban hacia el grupo  y caían sobre ellos derramando luz, hasta desvanecer la oscuridad y volverse radiantes. Yo no dejé de tocar el piano hasta que todos emanaron luz, y sentí tal gozo que corrieron lágrimas por mis mejillas de puro agradecimiento….(este sentimiento sigue siendo muy intenso en mi). Descansé.
   Sentía constantemente la música, y fuera la que fuera evocaba en mí sentimiento de agradecimiento, amor y alegría. Sentí necesidad de elevar mis brazos al cielo y agradecer, recibir y agradecer…creo que grité: “Gracias”

* Me vi en una sala de baile, con mi primer marido de frente, nos miramos y se marchó, sentí la pena de no haber podido bailar. Pasó después mi segunda pareja, se paró nos miramos y sonreímos, sentí que al menos pudimos bailar unos pasos. Vino entonces mi amigo el del sueño de la noche anterior y se puso frente a mí, solo nos miramos. La sensación era de elegir una pareja que pueda bailar conmigo. Esto era la continuación del sueño que tuve la noche anterior. *(Esto no lo comenté al término de la sesión, pues me parecía que no tenía importancia, y que para contarlo necesitaría contar el sueño de la noche anterior, y sentí que no podía extenderme tanto. Fue parte de la experiencia, y ahora creo que si tuvo importancia aunque solo sea para mi)

  Me venció una paz inmensa y divina, un agradecimiento infinito y una alegría y plenitud que nunca antes había conocido. 
Cuando Cristian se acercó a mí y me preguntó cómo me sentía,  lo único que pude decir fue: CELESTIAL.

Cuando fui a dibujar el mandala me sentía enormemente serena….pero después de dibujarlo necesité levantarme y anotar cada detalle de esta rica experiencia, para no olvidar nada. Pensé que podría suceder el olvido, cosa que no ha ocurrido y ya han pasado casi tres meses.
Me pediste si te lo podía escribir y enviar, y dije que sí que ya lo tenía escrito,  por razones diversas no lo he hecho antes, también quería dejar pasar algo de tiempo, para ver como se iba sucediendo mi vida y ver su efecto. Hasta el último mes lo tuve extraviado y en los últimos días lo he vuelto a encontrar. Y realmente no quise enviártelo hasta no volver a leer lo escrito aquel día para que el relato fuera fidedigno.
Tengo que decir que es una experiencia que ha marcado mi vida, ha cambiado muchas cosas,  ya no puedo tener la misma visión que antes de la respiración, ahora mi visión no tiene vuelta de hoja. También tengo que decir, ahora que ha pasado tiempo, que creo que no sucedió por casualidad, como nada sucede de esta manera. Sucedió porque yo estaba ya en un movimiento de agradecimiento, serenidad y aceptación de las cosas tal como son, en ese movimiento de que lo que sucede es para mi crecimiento y desarrollo, y también estaba viviendo ya en la confianza. Esto creo que fue primordial para que esta experiencia me fuera regalada, pues creo que cuando tomamos una decisión, la decisión de vivir felices aunque no sepamos cómo, estamos ya creando las condiciones para que esa realidad surja y tenga espacio en nuestra vida.
ES SENTIMIENTO DE AGRADECIMIENTO, DE ALEGRÍA, DE AMOR INFINITO Y DE UNIDAD. ESTO ES LA FELICIDAD. Un sentimiento interno de agradecimiento, amor y unidad que ha cambiado todo. Puede que en el día a día haya cosas que ocurren que no son gratas del todo, pero no cambia mi estado interno. Puede que algún día me sienta triste, un poco desorientada, pero nada de lo que ocurra en el exterior, merma el sentimiento y estado interno en el que me hallo. Tengo una energía inmensa, estoy presente casi a cada momento, todo lo que hago lo realizo con la misma sensación de bienestar, de amor y de entrega….bailo mucho por mi casa, canto, grito GRACIAS casi cada día, me siento agradecida por todo, creo que mi trabajo es abrazar lo que cada día me traiga como un regalo, siento una alegría inmensa, la felicidad se ha convertido en mi estado natural, casi a cada instante. A veces tengo que pararme, sentirme y relajarme porque creo que voy a estallar de tanta dicha. Se suceden experiencias maravillosas, o puede ser que cada experiencia yo la viva de forma maravillosa. La vida me parece mágica con todo lo que tiene,  con los pies firmes en el suelo y los ojos de vez en cuando en el cielo.
Por supuesto, no volví a fumar desde que salí de Murcia el día 19 de junio. Era tal el agradecimiento, que me parecía como de risa fumar. Y cuando algo me saca de mi centro de alegría, solo tengo que cerrar los ojos, o mantenerlos abiertos, da igual, y volver a sentir la sensación de unidad cuando me tumbé y mi cuerpo se integró con la tierra haciéndose uno. Esta experiencia se ha convertido en el anclaje de la felicidad y el bienestar para mí, y lo extiendo a cada paso, y percibo que los demás también lo sienten a través mío.

GRACIAS Cristian por facilitar esta experiencia en mí, por confiar en que podía llevarla a cabo y ayudarme a realizarla.
GRACIAS Merche por facilitar en tu centro este trabajo al igual que otros que he realizado y que siento me han llevado a una inmensa sanación.
Y también gracias a mi compañera y amiga Ana, que me recomendó este trabajo, compartió y me facilitó otros, que me llevaron igualmente al camino de la sanación.
Gracias a todas aquellas personas, amigos, familia, compañeros, facilitadores de diferentes trabajos de crecimiento personal, que han estado junto a mí y me han ayudado a llegar a esta experiencia, porque sé que sin ellos no hubiera sido posible. 
El encuentro con ellos ha hecho posible el encuentro conmigo misma. Porque solo en el encuentro con otros he podido ver mis miedos, mis dificultades y mis complejos, y también en el encuentro con otros, he podido ver mi fuerza, mi valía, mi capacidad de amar,  mi serenidad, mi alegría, mi paciencia, mi armonía y lo último que estoy viendo es mi dulzura.
Solo en el encuentro con el otro me re-conozco y en el no juzgar al otro me acepto a mi misma tal como soy y en el amor al otro, me amo a mi misma, porque el otro y yo somos UNO.
Si tengo que definir con una sola palabra la felicidad diría que la felicidad es vivir en el agradecimiento.   

Mi nombre es Trinidad Herrero Sánchez y tengo 50  espléndidos y felices años.